Día 53.

Libro número 11:

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, de JRR Tolkien.

Últimamente me costó seguirle el ritmo a todo éste proyecto. Teniendo en cuenta que estoy leyendo uno de mis libros favoritos, pensé que sería mucho más sencillo. Pero me doy cuenta que es bastante difícil equilibrar la vida y sus líos con todo el tema de la lectura.
Traté de retomar la escritura, también, cosa que me quitó algo de tiempo, pero con lo que logré tener éxito. Así que eso lo hace el doble de complicado.

Ahora estoy en una parte del libro en que uno empieza a conocer con más profundidad a los personajes que componen la Comunidad. Vemos sus miedos, sus anhelos, sus debilidades, sus cualidades. Y también nos vamos encariñando con ellos, porque todos, algunos más, algunos menos, algunos más fácilmente, otros un poco menos evidente, poseen una grandeza que los hace memorables. Representan la parte buena del mundo, representan todo aquello que está bien, lo que vale la pena, lo que pertenece en el corazón.
Creo que en cierta manera, estoy estirando la lectura de manera inconsciente. Ésta historia me llega de verdad, más que la de cualquier otro libro. Supongo que no está mal querer alargar el momento de dejarlo por otro.

“Sólo desesperan aquellos que ven el fin más allá de toda duda. Nosotros no. Es sabiduría reconocer la necesidad, cuando todos los otros cursos ya han sido considerados, aunque pueda parecer locura a aquellos que se atan a falsas esperanzas.”

L.-

Día 51.

Libro número 11:

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, de JRR Tolkien.

Sí, sí, ya lo sé. Otra vez metí la pata y desaparecí. Un día por problemas técnicos y otro por un mal humor galopante. Se suma un tercer castigo, no hace falta que me digan nada.

En cuanto a éste maravilloso libro... ésta tarde terminé el capítulo que marca un antes y un después en la historia. Hasta ahora, las corridas de Frodo por la Comarca para llevar el Anillo a Rivendel no eran más que una mera aventura algo peligrosa. Pero después del Concilio de Elrond, es donde empieza realmente el viaje que mrca el destino de los personajes y de la Tierra Media en sí.
Cuando uno lee el capítulo del Concilio, siente que está participando de algo importante. Como si estuviera ahí, escuchando los debates, dando opiniones, eligiendo a los miembros de la Comunidad. Eso es lo que tiene la forma de relatar de Tolkien: te inspira emociones tan vivas que sentís que estás dentro de la trama.
Ya quiero llegar a Las Dos Torres. Mejor me voy a leer un poco más.

L.-

Día 48.

Libro número 11:

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, de JRR Tolkien.

“Un consejo es un regalo muy peligroso, aún del sabio al sabio, ya que todos los rumbos pueden terminar mal.”

Hace sólo un ratito terminé de leer el Libro Primero de La Comunidad del Anillo. Si bien ésta primera parte es emocionante y va sentando las bases para la aventura que se desarrolla a lo largo de la historia, es ahora cuando todo va a cobrar una intensidad que conmueve. Es donde empiezan a integrarse personajes que terminan siendo entrañables para cualquiera que sepa apreciar una verdadera obra de arte.
Vagando por las páginas es como me doy cuenta cuánto extrañaba éste libro. Antes me resultaba tan familiar que perdía las sorpresas, pero ahora, después de algunos años sin tocarlo, el reencuentro es maravilloso. Los pequeños detalles de la escritura que habían empezado a desaparecer de mi memoria vuelven con claridad, al igual que los poemas, las frases…
A veces quiero tratar de expresar en palabras lo importante que es esta historia para mí. Otras, descubro que quizás así, en vez de iluminarla más, le ponga una sombra. Cuando algo es impecable, las palabras para describirlo sólo entorpecen la tarea de encontrarlo.

Por otro lado, como dije hace algunos días, la lectura colapsó mi escritura y no tipeé ni una mísera línea en las últimas semanas. Voy a tratar de corregir eso en cuanto termine el posteo, pero no sé si podré.
Camila decidió ya uno de mis dos castigos pendientes. Mi gusto por el cine nacional es prácticamente nulo, por lo que mi castigo es mirar una película argentina. Lo completaré cuando consiga dicha película.
En el día de ayer no pude actualizar el blog, pero avisé mediante twitter que era por problemas técnicos, así que quedo exenta en cuanto a eso.

Me voy a Rivendel,

L.-

Día 46.

Libro número 11.

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, de JRR Tolkien.

No sé qué tanto me pueda extender en éste posteo, más que nada por el hecho de que estoy trabajando y no puedo concentrarme en escribir tanto como me gustaría. Sin embargo, voy a hacer el intento.
Lo que más me atrae de éste libro (y de la literatura de Tolkien en general) es la genialidad y la originalidad. Es muy difícil (si no imposible) encontrar otra historia como esta. Estamos hablando de un hombre que creó desde cero toda una mitología, un mundo, razas, lenguajes, incluso hasta constelaciones. A mí parecer es algo absolutamente irrepetible.
Ahora mismo estoy en una parte del libro que fue excluida de la película, donde hay un personaje llamado Tom Bombadil. Durante toda esta parte, los hobbits recorren un viejo y misterioso bosque con la intención de llegar a Rivendel, apenas comenzado el viaje. Y acá es donde empiezan a estar todos esos mensajes ocultos de Tolkien.
En el bosque hay un sauce muy longevo que tiene una especie de vida propia, al igual que todos los otros árboles del bosque. Según una biografía que leí del autor, la idea del sauce surgió en su niñez, mucho antes de escribir El Señor de Los Anillos o El Hobbit, siquiera. Tolkien tenía una gran predilección por la naturaleza y estaba principalmente enamorado de un sauce que crecía, si mal no recuerdo, cerca de su casa. El árbol fue talado, cosa que a él le causó una gran tristeza, y deseó que los árboles tuvieran algún tipo de sistema de defensa contra acciones semejantes.
De recuerdos parecidos surgieron los Ents, que no aparecen hasta Las Dos Torres. Pero todo éste asunto de bosques tratando de rechazar invasores y protegiéndose me suena increíblemente interesante como creo que le sonaría interesante a cualquier persona medianamente interesada en temas ecológicos.
Hay muchísimos dobles sentidos en toda la obra de Tolkien, cosas que representan algo más aunque a simple vista no lo parezca. Y es absolutamente placentero ir pasando las páginas para descubrirlas.

L.-

PD: Ninguno de los dos castigos que todavía tengo que cumplir me fueron especificados, así que los cumpliré en cuanto Camila decida a qué me quiere someter,

Día 45.

Libro número 11:

Título: El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo.
Autor: JRR Tolkien.
Páginas: 548.
Origen: Inglés.
Año: 1954.
Género: Novela Épica Fantástica.
Concepto: El Señor de los Anillos es una novela, obra cumbre del escritor John Ronald Reuel Tolkien, ambientada en un mundo fantástico llamado la Tierra Media hacia el final de su Tercera Edad. El título hace referencia a Sauron, el Señor Oscuro de Mordor, principal villano de la historia, creador del Anillo Único que utilizó para controlar el poder de los demás Anillos. El Señor de los Anillos constituye la continuación de un libro anterior de Tolkien, El Hobbit, que cuenta la historia de cómo el Anillo del Poder pasa a las manos de Bilbo Bolsón, el tío de Frodo Bolsón. En un nivel más profundo, constituye la continuación de otro libro llamado El Silmarillion, que habla de la creación de la Tierra Media y de todas las criaturas que en ella habitan, así como del primer Señor Oscuro, maestro de Sauron, y de las luchas por los Silmarils. El Señor de los Anillos narra las aventuras de un grupo de seres: (elfos, hobbits, enanos, humanos), que forman la Comunidad del Anillo en su intento por destruir el Anillo Único, forjado por Sauron. Es la historia del héroe del pueblo llano, de aquella persona que aún sabiendo que su destino puede ser fatal, lucha por cumplirlo, pues de él depende la continuidad de su mundo.

El Señor de los Anillos, cualquiera de sus partes es mi libro favorito. JRR Tolkien es, sin lugar a dudas, mi escritor preferido.
Releer éste libro es para mí totalmente obligatorio cada tantos años. De hecho, hasta no hace mucho tiempo, lo leía cada año. Después me di cuenta de que si no quería que perdiera la maga iba a tener que leerlo más espaciadamente.
Me parecía absurdo que quedara fuera de éste proyecto y, en el brete de no saber con qué continuar después de Murakami, decidí que era hora del reencuentro.
No hay un libro como éste. No hay nada tan perfecto. Si la perfección fuera realmente posible, la obra de Tolkien sería la única a la que se la podría adjudicar.
Quiero ir haciendo un análisis acorde a lo largo de los días que me tome leerlo, así que hoy solamente dejo las dos primeras frases memorables con las que me topé:

“Todo lo que podemos decidir es qué haremos con el tiempo que nos dieron”.

“Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar muerte, pues ni el mas sabio conoce el fin de todos los caminos”.

Prometo algo más completo para mañana. Hoy, sólo quiero seguir leyendo.

L.-

Día 44.

Libro número 10:

Tokio Blues (Norwegian Wood), de Haruki Murakami.

Lo terminé ésta mañana. al final estaba equivocada cuando creí que me iba a tomar muchísimos días. No fueron más de cinco. (Sin incluir el fin de semana, que ni siquiera lo toqué, así que digamos tres días).
Tengo que decir que me gustó. Superó mis expectativas. No lo agarré con confianza y casi esperaba aburrirme. Pero la escritura es tan buena y la historia va fluyendo tan tranquilamente que uno no se da cuenta que va avanzando. A excepción de algunas escenas que me parecieron absurdas y algunos detalles ciertamente fatalistas, es un muy buen libro.
Cualquier libro del que pueda sacar frases memorables se encuentra lejos de ser un desperdicio. La última que voy a citar de Tokio Blues es ésta: "Lo que nos hace personas normales es saber que no somos normales".
Me gustó lo bien definido de cada personaje. Las actitudes, las cosas que decían, sus acciones, todo los definía y los hacía inconfundibles. Eso me parece muy importante en cualquier libro.

Sin mucho más que agregar, me dispongo a pensar en otro libro que leer. Estoy entre dos o tres opciones, tendré que decidirlo del todo ésta noche.

L.-

Castigo 1.

Sí, sí, sí. Sé que desaparecí unos días y que mi castigo quedó en la nada pero... ¡YA LO CUMPLÍ! Y realmente si todos mis castigos van a ser iguales, definitivamente voy a seguir saltándome las reglas.

El día sábado por la noche en compañía de las dos personas que se encargan de imponer dichos castigos (y asegurarse que los cumpla) vi Star Trek. Nunca fui muy aficionada a las películas de ciencia ficción, me parecían aburridas y demasiado "fantasiosas". ¡Pero me encantó!
Quizás debería ver algo de lo viejo, porque la que vi fue la última de JJ Abrams, pero fue suficiente para darme cuenta que quizás, y sólo quizás, puedo haber estado equivocada respecto al género en discordia.

Acá hay un trailer de la película.

En cuanto a éstos últimos días, sí, volví a meter la pata. Juro que no fue a propósito. Camila ya está buscando castigos nuevos (tendrán que ser dos).

¡Larga vida y prosperidad!

L.-

Día 41.

Libro número 10:

Tokio Blues (Norwegian Wood), de Haruki Murakami.

La verdad es que estoy actualizando por el mero hecho de cumplinr las pautas. No estoy en casa y apenas pude leer algo desde ayer. Sin embargo, lo poco que leí, tengo que admitir que me entretuvo. La historia va tomando cierto color. Si bien no es súper emocionante o intrigante, tiene un no sé qué que hace que uno siga recorriendo las páginas, queriendo saber, en cierto modo, que va a pasar a continuación. Y cualquier libro que provoque eso hace que valga la pena.

Voy a tratar de tener algo más consistente que decir mañana. Por ahora, ¡au revoir!

L.-

Día 40.

Libro número 10:

Tokio Blues (Nowergian Word), de Haruki Murakami.

Sigo sin estar del todo segura a donde va el libro. Aunque en un principio pensé que podía ser un fiasco al estilo William Boyd, me sorprende decir que hasta ahora va perfectamente. Me resulta una lectura amena, para nada apresurada. Es posible que me tome varios días, pero no creo que me resulten desagradables. Espero que tampoco sean tediosos.
Lo que más me gusta y destaco de éste libro por el momento, son las frases. Cada tanto una me cautiva y dejo todo para poder tomar nota de ella. Hasta ahora todas las que encontré logran hacerme identificar profundamente. Es un atractivo inapelable.
Tengo dos de esas frases para compartir hoy:
“Solo aspirando la fragancia de un libro, tocando sus páginas, me sentía feliz.”
“Si leyera lo mismo que los demás, acabaría pensando como ellos. ¡El mundo está lleno de mediocres!”

Ciertamente me dan algo en qué pensar.
Mañana me voy a pasar mi fin de semana libre a casa de mis primas, donde quizás pueda completar el castigo impuesto. Mi intención es, por supuesto, que la salida no interfiera con el desarrollo de éste proyecto.
Pero a veces uno se divierte tanto que pierde la noción de las reglas.

L.-

Día 39.

Libro número 10:



Título: Tokio Blues (Nowergian Woods)
Autor: Haruki Murakami.
Páginas: 392.
Origen: Japonés.
Año: 2005.
Género: Novela.
Concepto: Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru watanabe escucha una vieja canción de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los años sesenta. Recuerda entonces con melancolía a la misteriosa Naoko, la novia de su mejor amigo de la adolescencia. El suicidio de éste les distanció durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación íntima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en su vida lleva a Toru a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte.


No sé cómo catalogar éste libro. Al menos no todavía. Sé que es una novela, pero no sé hacia qué género o géneros se va a ir deslizando la trama.
Es la primera vez que leo algo de literatura japonesa. Admito que cuesta. Los nombres, los lugares, todo resulta distinto. Pero la escritura es impecable a más no poder.
Es otro de esos libros de los que espasmódicamente salen frases memorables. Anoche encontré ésta:
"Por eso estoy escribeindo. Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito."
Me sonó casi autobiográfica.
De todos modos, es un libro a tratar con muchísima paciencia. Y eso es lo que estoy tratando de hacer. Veremos qué tal me va mañana.

L.-

Día 38.

Libro número 9:

Una Primavera para Pecar, de Jo Goodman.

Éste posteo corresponde en lugar al día de ayer. Lamentablemente, cuando se tiene una computadora como la mía, no se puede contar con que actualizar el blgo sea algo simple. Desde hoy hay una nueva regla: siempre que tenga estos problemas técnicos, no corresponde castigo mientras me encargue de avisar lo sucedido via twitter o facebook.

Una vez más, siento que ya no me queda nada que decir sobre este libro. No porque careciera de encanto o facilidad para entretener, si no porque ya le dediqué todos los elogios que se le pueden dedicar a una novela romántica. Estaba muy bien escrita, tuvo muy pocos elementos predecibles y la trama no aburría en ningún momento. Un aplauso por aquí.

Estando en el trabajo, no quiero abusar demasiado de Internet, así que simplemente voy a pasar al nuevo libro, con el nuevo posteo, a continuación.

L.-

Día 37.

Libro número 9:

Una Primavera para Pecar, de Jo Goodman.

Sí me pongo a actualizar ahora es sólo para no faltar a mis propias reglas. Avancé muchísimo con el libro, sólo me queda el epílogo… y quiero correr a terminarlo.
Me entretuvo muchísimo. Como bien dije, si bien no es un libro calificable como “brillante”, está dentro de los estándares más aceptables para una novela romántica. Y les puedo decir que no es nada fácil causar la emoción que me causó éste libro.
Basta de cháchara. Me voy a terminarlo y a elegir el próximo.

L.-

Día 36.

Libro número 9:

Una Primavera para Pecar, de Jo Goodman.

Hacía bastante que no me pasaba esto de estar un día prácticamente entero leyendo. En éste caso, mis francos pasaron sumidos en la profundidad de éste libro. Me faltan ya unas cien, ciento cincuenta páginas para terminarlo.
No creí que me fuera a atrapar tanto. Fuera de las frases emocionantes y de las escenas que producen escalofríos de excitación, no hay nada demasiado destacable. Pero creo que tiene cierta precisión que hace que todo el conjunto de la trama, los personajes y las buenas decisiones de la autora realmente funcione.
La única razón por la que lo dejé ahora fue para poder conectarme y postear esto (no quiero que mi entusiasmo me valga otro castigo). Así que trato de ser lo más breve posible y regresar a la historia.
Si no lo termino esta noche, no pasa de mañana. El problema es que pronto voy a tener que reemplazar la dulzura de un libro atrapante por la amargura de hacer la selección del que sigue. Se sabe que muchas veces mis decisiones no son acertadas.
Ésta vez, sin embargo, no fue el caso.

L.-

PD: Tengo que admitir que hay algo que no está funcionando y es el hecho de poder compaginar la lectura con la escritura. Tendré que buscar la manera de lograr el balance correcto.

Día 35 (parte II).

Libro número 9:

Título: Una Primavera para Pecar.
Autor: Jo Goodman.
Páginas: 524.
Origen: Norteamericano.
Año: 2005.
Género: Novela Épica Romántica.
Concepto: Londres, 1815. El vizconde Sheridan debe enfrentarse a un ladrón. Al descubrir que su atacante es una mujer, ahora gravemente herida, toma a la ladrona pelirroja bajo su protección. Está claro que la nueva invitada, Lilith Sterling, es toda una dama. ¿Cómo se ha podido convertir en una ladrona? Él se siente irresistiblemente atraído por Lily y está decidido a descubrir sus secretos.
Los cinco años transcurridos desde que abandonó el convento francés han sido una pesadilla para Lily. Sus secretos son peligrosos, al igual que lo es el poderoso hombre que está decidido a encontrarla. El apuesto vizconde es un caballero que tiene sus propios secretos, pero quedarse con él puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Pasar de una historia para chicos a una novela romántica que, si bien todavía no fue el caso, seguramente incluye escenas de sexo, es como ir de un extremo al otro. Pero la idea de todo esto es exactamente esa: pasar de un libro a otro que no se le parezca en nada, mezclarlos, no aburrirme, no acostumbrarme.
Como ya he dicho en otras ocasiones, estos libros representar para mí un entretenimiento nato. Es algo que disfruto sin dificultades y también lo que más se acerca a lo que me gusta escribir.
Tengo que admitir que a ésta novela en particular le tenía bastante poca fé, lo que explica por qué lleva tanto tiempo en mis estantes (lo compré en la feria del libro en el mes de… ¿mayo?) y todavía no se me había ocurrido tocarlo. La verdad es que lo elegí porque era el único que se acercaba a algo que quisiera leer de las opciones a elegir para poder aprovechar una oferta realmente buena.
Anoche terminé El Libro del Cementerio y me puse a ver con qué continuar. Y ésta fue una de las primeras opciones que se me apareció. Lo empecé casi sin ganas, pero la verdad es que por ahora la historia me viene atrapando y, si bien no es exactamente algo que vaya a calificar de brillante, es un buen libro para aprovechar durante los días de descanso.
Encontré, además, dos frases que me agradaron:

“Era de firme opinión de que nadie debía morir solo”.
“Le pareció mal, como una violación a su persona, el hecho de que no hubiera podido elegir cómo la veían los demás”.

Sin mucho más que decir al respecto, me voy a seguir leyendo.

L.-

PD: Creo que voy a poder cumplir con mi castigo pendiente en algún momento del próximo fin de semana.

Día 35 (parte I).

Libro número 8:

El Libro del Cementerio, de Neil Gaiman.

Anoche llegué a casa del trabajo y apenas terminé de cenar, me metí en la cama y terminé de leerlo. Y me encantó, me siguió gustando tanto como cuando lo empecé.
Los elementos “Harry Pottescos” fueron bastante frecuentes, pero la historia, la edición del libro, todo tenía cierto encanto que lo hace pasar por alto.
Los libros calificados de infantiles/juveniles tienen algo que los de los adultos perdieron en el camino. No creo que sea inocencia, si no más bien la capacidad de creer en cosas que los adultos van (todavía no quiero incluirme de verdad en el selecto y restringido grupo de la adultez) perdiendo. Si le doy a mi mamá éste mismo libro para que lea al menos la contratapa me va a decir que es “demasiado fantasioso”, con un tono que da a entender que eso es algo malo. Creo que los adultos se olvidaron de la imaginación y de lo poderosa que puede llegar a ser. De lo maravillosa que puede llegar a ser.
Después del rotundo éxito que me resultó éste libro de Neil Gaiman, voy a tratar de comprarme Coraline, que es en realidad su obra más conocida. Presiento que no va a haber ninguna decepción.

L.-

Día 34.

Libro número 8:

El Libro del Cementerio, de Neil Gaiman.

Todavía no lo terminé, pero sólo por unos pocos, MUY escasos minutos. Ésta tarde estaba en el anteúltimo capítulo, con el libro prácticamente pegado a la cara y siendo feliz y estando emocionada... cuando me di cuenta que se me estaba haciendo muy tarde para irme a trabajar. Así que lo metí en mi cartera y salí corriendo.
Sin embargo, estoy desesperadísima por llegar a casa y terminar. Hasta ahora me fascinó, aunque hubo un pequeño elemento que me pareció predecible, el resto de la historia me parece que se sume en un agradable misterior y uno quiere avanzar más y más en la lectura a medida que pasa el tiempo.
Me encantaría poder ponerme a leer ahora, pero hay demasiado ruido y quiero que el final llegue a mí en la atmósfera perfecta. Probablemente eso sea cuando esté en la cama esta noche, con alguno de mis perros durmiendo a mis pies, y algún chocolate a mano.

Por ahora, sigo esperando,

L.-

Día 33.

Libro número 8:

El Libro del Cementerio, de Neil Gaiman.

Aparentemente, no puedo contar con que mi computadora funcione para poder actualizar los blogs. Genial. Eso es lo que me hizo perder un día que realmente no quería perder. (Sin castigos, por favor.)
Estoy robando Internet del trabajo para poder seguir a cabo con el proyecto. No se preocupen, no me van a despedir, estoy autorizada a usar la computadora.

En cuanto al libro, me encanta. Me encanta, al fin. Después de las bazofias varias con las que tuve que lidiar en el pasado mes (siete libros en un mes me parece, por el momento, una suma bastante respetable), esto es muy feliz.
Creo que la definición perfecta de El Libro del Cementerio es, sin lugar a dudas, que se trata de una especie de Harry Potter pero sin el fanatismo extremo que produce la saga de JK Rowlings. Es ese tipo de libros, creado para niños pero que terminan disfrutando los adultos. Misterio, muerte, cosas tñetricas y oscuras, lecciones de vida, de amistad, de valores... ¡es perfecto!
Voy aproximadamente por la mitad, pero no creo que me lleve mucho más leerlo. Una vez que empezás con un capítulo, es difícil dejarlo.

(Que teclado más molesto),

L.-

Día 31.

Libro número 8:

Título: El Libro del Cementerio.
Autor: Neil Gaiman.
Páginas: 293.
Origen: Norteamericano.
Año: 2008.
Género: Literatura Infanto-juvenil.
Concepto: Escuchad esta trágica historia: una familia que duerme, un asesino sin compasión y una criatura aventurera, un huérfano que escapa de la muerte. ¿O no?
El pequeño escapa del peligro y consigue gatear hasta lo más alto de la colina. Detrás de la valla que se encuentra, existe un lugar oscuro y tranquilo, un cementerio lleno de una vida especial. El niño es recibido allí donde los muertos no duermen y todos los que allí habitan deciden brindarle su protección, porque fuera, tras la valla que separa a la ciudad de sus fantasmas, el asesino vil espera pacientemente. Pero, ¿quién es éste niño al que quiere muerto?

Lo empecé anoche cuando me fui a la cama y si no hubiera sido porque se me cerraban los ojos de sueño, me lo hubiese devorado entero.
Después de En Resumidas Cuentas, éste libro es como una bocanada de aire fresco. Este tipo de historias pensadas para chicos pero relatadas como si fueran para adultos son maravillosas. No pude avanzar mucho, pero ya me encanta. Aunque lo tomé prestado de la colección de Camila, es probable que en un futuro no muy lejano termine comprándome me propia copia.
Me voy ya a seguir leyendo. Se terminó la mala racha.

L.-

Día 30.

Libro número 7:

En Resumidas Cuentas, de William Boyd.

Vengo a dar la mejor noticia del mundo. Mejor que enterarme que voy a ser tía por primera vez, o cualquier otra cosa que pueda pasarme.
Terminé En Resumidas Cuentas.
Qué alivio, por amor de Dios. Es fantástico deshacerme de este libro. Ni siquiera tengo ganas de embarcarme en una descripción de los relatos finales (la historia de una chica rara de una feria, otro relato sobre Morgan Leafy que sigue resultando repulsivo, una historia de guerra, asesinatos… hay de todo), porque simplemente quiero decirle au revoir!
No puedo quejarme de la escritura de William Boyd. Está magistralmente escrito. El problema son las tramas. Los personajes retorcidos, la violencia, el aburrimiento, lo perverso. Una mezcla que jamás me va a resultar satisfactoria.

Ya tengo elegido el próximo libro y me voy a poner con él en breve. Por el momento, paso a comentar el castigo que Camila eligió para mí.
Admito que fue benevolente. Podría haber elegido algo mucho peor. Sabe que las películas de ciencia ficción no son mi fuerte y me resultan algo pesadas, por lo que mi castigo consiste en ver Star Trek. Tengo toda la intención de cumplirlo en cuanto pueda conseguir la película. Prometo pruebas de que lo lleve a cabo.

Ahora empiezo a retomar mejor el hilo,

L.-

Día 28.

Libro número 7:

En Resumidas Cuentas, de William Boyd.

Bueno, sí, lo sé, soy un fiasco. Un fiasco de verdad. El séptimo libro y ya estoy rompiendo las reglas que yo misma me establecí.
En mi defensa, tengo que decir que éste libro debe contarse sin lugar a dudas entre los peores que leí en toda mi vida. Otros podrían ser El Matadero y La Invención de Morel. Me parecieron dolorosísimamente TEDIOSOS Y DETESTABLES.
En los últimos días leí… (¡duele admitirlo!) tres páginas. Sí. Tres.
No sé cómo voy a lograr llegar al final. No avanzo. Ni lo toco. No existe en mi vida. Qué libro de porquería.
Me voy a esforzar. Ésta semana tiene que ser la semana en que logre enterrar a William Boyd en los recovecos más profundos y oscuros de mis estantes.
Parece imposible cuando veo que todavía estoy por la mitad.

L.-

PD: Llevo varios días sin postear, ni cumplir con mis tareas. Cuando esto suceda, Camila va a ser la encargada de imponerme castigos. A ver si con eso logro sacarme de encima los libros que menos me gusten.

Día 24.

Libro número 7:

En Resumidas Cuentas, de William Boyd.

En primer lugar, no hice posteo en el día de ayer por una razón familiar totalmente valedera que puede encontrarse aquí. En segundo lugar, avancé un poco con el libro, aunque no demasiado.
Dos relatos más. Dos tortuosos relatos más.
Quiero TERMINAR. No soporto más éste libro. Es odioso. Es molesto. Es horrible. Sí, no puedo ponerle más adjetivos negativos, pero necesito que se entienda muy bien.
El primero se trata de un tipo obsesionado (sí, de nuevo) con una chica que en realidad no conoce, pero que él está convencido de que es su chica y a la que vigila constantemente, por no tener nada más que hacer con su vida que no puede ser descripta con otra palabra que no sea patética. Ésta obsesión lo lleva a, creyendo que la chica está en peligro, asesinar a un adolescente, sin ningún tipo de remordimiento en lo más mínimo.
El otro habla de la lujuria adolescente nuevamente, muestra de qué son capaces los chicos con tal de tener relaciones sexuales y no pasar vergüenza ante sus amigos. Tiene también una fuerte escena en un matadero que presenta de una forma horrenda, insensible y altamente gráfica el maltrato animal. Ya nada más que con esa escena me fue suficiente para detestar el relato completo.
Fuera de que no pueda abandonarlo, por reglas generales del proyecto, ya estoy pro la mitad y sería una lástima echar a perder tantos días de dolorosa lectura. Con suerte en unos pocos días más pueda enterrar éste libro en el fondo de un estante.
O debajo de la cama.

L.-