Libro número 13:
El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, de JRR Tolkien.
Entre anoche y ésta tarde, en un momento tranquilo del trabajo, fui poniéndome al día con la lectura.
Merry parte de incógnito a la guerra en Gondor, escondido junto a un joven y misterioso Jinete de los Rohirrim, mientras que Pippin sirve en Minas Tirith al Senescal, Denethor. Durante éstas escenas uno ve que la valentía no depende de la estatura, si no del tamaño del espíritu. Éstos son dos Hobbits que a veces llegan a tener más coraje que cualquier Hombre; y que se muestran leales incluso cuando no saben a qué tipo de peligro se están precipitando.
También se aprecia la facilidad con que los humanos podemos equivocarnos, y cómo pagamos caro esos errores, especialmente cuando se tratan de no valorar a las personas que nos aman. La relación entre Denethor y Faramir es un elemento muy interesante de estos capítulos, y Faramir se gana en seguida el corazón del que lee.
En el punto de la historia donde lo dejé, las huestes de Mordor cercaron Minas Tirith tras quebrar las defensas de Osgiliath. Es fácil, mediante las descripciones de Tolkien, sentir la desesperación de los soldados de Gondor, el miedo, la anticipación. Ésta es la clase de libros que vale la pena leer: la que nos produce algo.
Voy a ver qué tan lejos puedo llegar en la lectura antes de quedarme dormida.
¡Hasta mañana!
L.-
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