Título: An Abundance of Katherines.
Autor: John Green.
Páginas: 215.
Origen: Norteamericano.
Año: 2006.
Género: Novela Jóvenes Adultos.
Concepto: Cuando de relaciones se trata, el tipo de Colin Singleton son las chicas llamadas Katherine. Y cuando se trata de chicas llamadas Katherine, a Colin siempre lo dejan. Diecinueve veces, para ser exactos. En un viaje en auto a millas de su casa, este chico prodigio aficionado a los anagramas, tiene diez mil dólares en el bolsillo, el rastro de un cerdo salvaje sediento de sangre, y un mejor amigo en el asiento del copiloto, pasado de peso y enamorado de la Jueza Judy… pero ninguna Katherine. Colin está en una misión para probar el Teorema de la Predictibilidad Adyacente de las Katherines, que espera que pueda predecir el futuro de cualquier relación, vengar a los abandonados de todas partes, y quizás finalmente le haga ganar a la chica.
Compré este libro gracias a una confusión que terminó siendo más bien una bendición. Lo encargué (como todos los libros de John Green, Katherines no está publicado en Argentina, por lo que hay que hacerlos traer de afuera, en inglés) para regalárselo a mi prima por Navidad, sólo para enterarme, horas después de que me fuera enviado y todavía a mitad de camino, que la hermana le había comprado el mismo. Como no podía cambiarlo, decidí quedármelo para mí.
Y otra vez, como me pasó ya con Paper Towns, me enamoré. La historia, los personajes, la forma en que está relatado… todo es perfecto. Leer a John Green se está convirtiendo en una de mis nuevas obsesiones, y leyendo este libro me di cuenta que si llego a ser la mitad de lo que él es como escritor algún día, puedo declararme satisfecha.
Tiene esa forma de hacerte sentir inteligente, de no subestimarte, de no usar palabras fáciles o expresiones comunes para que todo el mundo entienda con más facilidad. Te reta a que aprendas, a que te expreses mejor, a que hagas funcionar la cabeza mientras pasas las páginas.
Y la idea detrás de la trama me parece tan original y atrayente… además de alguna que otra frase que te tira de repente y te quedas muda, sin poder creer que alguien pueda poner en palabras algo tan lindo, que quizás es común o algo que en algún momento pensaste o experimentaste… pero él lo hace sonar como algo extraordinario de una manera tan simple…
Creo que la palabra para decir cómo me siento respecto a este libro es maravillada. O fascinada. O enamorada.
No sé. Muy difícil decidirse.
Posiblemente las siguientes dos fueron de las mejores de las frases de este libro:
“Because as good as kissing felt, nothing feels as good as the anticipation of it.”
“You can love someone so much. But you can never love people as much as you miss them.”
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