Día 115.

Libro número 15:

Título: Los Juegos del Hambre.
Autor: Suzanne Collins.
Páginas: 396.
Origen: Norteamericano.
Año: 2008.
Género: Novela Ciencia Ficción.
Concepto: Un pasado de guerras ha dejado los 12 distritos que dividen Panem bajo el poder tiránico del Capitolio. Sin libertad y en la pobreza, nadie puede salir de los límites de su distrito. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las normas para conseguir comida.
Sus principios se pondrán a prueba con “Los Juegos del Hambre”, espectáculo televisado que el Capitolio organiza para humillar a la población. Cada año, dos representantes de cada distrito serán obligados a subsistir en un medio hostil y a luchar a muerte entre ellos hasta que quede un solo superviviente.
Cuando su hermana pequeña es elegida para participar, Katniss no duda en ocupar su lugar, decidida a demostrar con su actitud firme y segura, que aún en las situaciones más desesperadas hay lugar para el amor y el respeto.

Decir que devoré éste libro sería una broma un tanto retorcida.
Tanto Camila como Paula insistieron muchísimo en que lo leyera, y en los primeros diez capítulos (a pesar de leerlos uno atrás del otro) no lograba entender por qué: toda la trama me parecía terriblemente absurda. Pero después fui avanzando y, aunque siguió pareciéndome absurdo (quizás sólo por el hecho de que no logro concebir una realidad que sea ni siquiera parecida a la que muestra esta historia), me atrapó de tal manera que hoy incluso descarté toda la actividad narrativa sólo para poder terminar lo que me quedaba.
Leer sobre ésta sociedad reprimida por un gobierno cruel hace que uno se cuestione los límites del poder y de la responsabilidad. Hace que uno vislumbre la posibilidad, por ínfima que pueda resultar, de que todo el mundo que conocemos se vuelva algo caótico e inhumano, porque, a decir verdad, ¿no es ahí a dónde vamos con las prácticas brutales, desinteresadas y egoístas de nuestra época?
Recomendable para todo aquel que disfrute de seguir sagas, ya que hay dos volúmenes más: En Llamas y Sinsajo. Ya quiero ponerle las manos encima a ambos.

L.-