Libro número 35:
Título: Harry Potter y El Misterio del Príncipe.
Autor: JK Rowling.
Páginas: 602.
Origen: Inglés.
Año: 2005.
Género: Novela fantasía.
Concepto: Con dieciséis años cumplidos, Harry inicia el sexto curso en Hogwarts en medio de terribles acontecimientos que asolan Inglaterra. Elegido capitán del equipo de Quidditch, los entrenamientos, los exámenes y las chicas ocupan todo su tiempo, pero la tranquilidad dura poco. A pesar de los férreos controles de seguridad que protegen la escuela, dos alumnos son brutalmente atacados. Dumbledore sabe que se acerca el momento, anunciado por la Profecía, en que Harry y Voldemort se enfrentarán a muerte: “El único con poder para vencer al Señor Tenebroso se acerca… Uno debe morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida.” El anciano director solicitará la ayuda de Harry y juntos emprenderán peligrosos viajes para intentar debilitar al enemigo, para lo cual el joven mago contará con la ayuda de un viejo libro de pociones perteneciente a un misterioso príncipe, alguien que se hace llamar Príncipe Mestizo.
Como podrán imaginarse debido a la larga brecha de tiempo entre el último posteo y este, no completé el desafío, aunque fue por causas externas, y no porque yo no le pusiera todas mis ganas. De todos modos, dudo que lo hubiese conseguido dado que el último día que tenía para poder completementarlo, todavía tenía que leer este y el siguiente libros enteros, y veinticuatro horas no hubiesen sido suficientes.
La cuestión es que ese mismo domingo, en que sabía que ya no llegaba a leer los dos libros que me faltaban, tuve un día “familiar”: vinieron mis hermanos con sus respectivas mujeres a pasar el día con nosotros y, por adelantado, me dieron mi regalo de cumpleaños, que resultó ser la laptop en la que estoy escribiendo esto ahora mismo. Como es obvio, mi éxtasis y felicidad ocupó gran parte del tiempo restante, en que prácticamente me olvidé del desafío y me puse a investigar mi nueva computadora.
Como el tiempo ya se había acabado y no tenía muchos deseos de dejar ir lo poco de Harry que me quedaba tan rápido, dejé de apurarme y de leer contrarreloj y me limité a disfrutar de lo que todavía tenía pendiente. Esa es, entonces, mi explicación de por qué nunca terminé de contarles que pasó con el desafío HP.
Ahora a lo que realmente nos compete:
La oscuridad del final de esta historia se va notando más que nunca en este volumen, uno casi puede sentir el peligro acercándose de una página a la otra y el tema de la profecía pesa sobre nuestras cabezas tanto como sobre las de los personajes. Para colmo, parece que nunca hay ni un segundo de paz para Harry, que ahora también está lidiando con la pérdida de Sirius, el único esbozo de familia que le quedaba.
Este no es particularmente uno de mis libros favoritos de la saga, aunque lo cierto es que ahora que los releí todos fui tomándoles un cariño tan inmenso que no hay ni uno que pueda decir que realmente no me gusta. Las escenas del pensadero con Dumbledore siempre me resultaron tediosas, pero esta vez las vi bajo una nueva luz, las leí con otras ansias, sabiendo lo que venía después, apreciando los matices y los detalles, y eso está bueno. Creo que todos deberíamos releer, al menos una vez, los libros que nos gustan, y los que no nos gustan también, para poder ir re-significándolos a lo largo de los años.
Tardé dos días en leerlo y pasé de inmediato al siguiente, porque me di cuenta que los lapsos de tiempo sin Harry Potter, no son tan buenos como el tiempo perdida entre sus páginas.
L.-