Título: Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte.
Autor: JK Rowling.
Páginas: 638.
Origen: Inglés.
Año: 2007.
Género: Novela fantasía.
Concepto: La fecha crucial se acerca. Cuando cumpla diecisiete años, Harry perderá el encantamiento protector que lo mantiene a salvo. El anunciado enfrentamiento a muerte con lord Voldemort es inminente, y la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes más urgente que nunca. Ha llegado la hora final, el momento de tomar las decisiones más difíciles. Harry debe abandonar la calidez y seguridad de La Madriguera para seguir sin miedo ni vacilaciones el inexorable sendero trazado para él. Consciente de lo mucho que está en juego, sólo dentro de sí mismo encontrará la fuerza necesaria que lo impulse en la vertiginosa carrera para enfrentarse con su destino.
Fueron tres días de leer y llorar. Fueron tres días de pasar las páginas muy despacio, aferrándome a los momentos, los personajes, las escenas para no dejarlos ir. Fueron tres días de amar este libro, y todos los otros y, una vez que lo cerré tras el punto final, luchar contra el deseo de ir para atrás y empezar de nuevo, desde el primer tomo, cuando Harry ni siquiera sabía lo especial que era, cuando no existía Hogwarts, cuando lo descubríamos juntos.
Qué libro increíble. Harry Potter va a perdurar en la historia y por muchos libros que puedan venir después, creo que muy pocas cosas lograrán estar a su altura. Haber crecido junto a los personajes es invaluable, haber pasado por las mismas sensaciones, entenderlos, llorar y reír con ellos. Inexplicable.
Y es realmente inexplicable. No es fácil hacerle entender a alguien que jamás se apasionó con un libro lo importante que esta u otras historias pudieron ser para quien entendió la magia escondida en sus páginas. No se puede demostrar con palabras o con gestos cuán enorme es el vínculo que nos une a lo que otros podrían llamar una mera ficción. No es una ficción. Es una lección de vida, una lección de amistad, una muestra de valentía, una luz de esperanza. Fundamentalmente una enseñanza, para todos los que empiezan a leer a Harry desde muy chicos, y a los que se les transmiten los mismo valores que se les enseña a los personajes. Es un libro para pasar de generación en generación. Es el emblema de ésta generación, de los afortunados que estuvimos en medio de toda la manía potteresca, desde el mismísimo inicio.
Y creo que esto de releerlos todos se va a convertir en una nueva costumbre para mí. Un desafío Harry Potter cada año. Un reencuentro con los amigos de papel y tinta una vez cada doce meses. Un recuerdo para toda la vida.
Los que no lo leyeron nunca, ni vieron las películas, no saben lo que se están perdiendo.
Los que vieron las películas y no leyeron los libros, no saben lo que se están perdiendo.
Los que leyeron los libros, vieron las películas y se enamoraron de cada sílaba, de cada línea, de cada segundo pasado con Harry, Ron y Hermione… simplemente lo saben: la magia siempre está ahí.
L.-
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